Ira, ¿La controlas tú o ella te controla a ti?

Debemos comprender de dónde nace la ira…

Las emociones no son ni buenas ni malas, SON.

¿Qué significa esto? Que, dependiendo del momento o de la intensidad emocional, va a ser adecuada o inadecuada. Debemos tener claro qué efecto – consecuencia buscamos.

 

¿Qué te aporta la rabia?

La rabia nos ayuda a poner límites, a conseguir objetivos, a concentrarnos en tareas, es una emoción que nos saca de donde estamos. Sin embargo, si la rabia se activa desde el miedo, entonces estaremos en modo defensivo u ofensivo, es decir, nuestra amígdala cerebral, estará en alerta y por instinto de conservación, será más fácil, extralimitarnos en la REACCIÓN (no será una respuesta, sino una reacción).

La ira siempre es producto de la interpretación que hacemos de aquello que nos molesta y está basada en el miedo.

Miedo a perder el estatus, a perder el amor de alguien, el trabajo, la admiración, el poder, etc.

 

¿De dónde viene tu rabia o ira?

Hay veces que esa manifestación de ira, no viene de fuera, sino de dentro, del diálogo interno que manifestamos hacia nosotrxs o hacia los otrxs.

  • Si yo me digo «soy mala persona», en un acceso de ira, puedo llegar a autolesionarme o a hacer algo que me venga mal (me atiborro de comida, de alcohol, de medicamentos, de sexo, etc.).
  • Si yo me digo «es que esa persona me ha mirado mal», en un acceso de ira, puedo insultar, empujar, pegar, etc.

 

¿Se puede manejar este comportamiento provocado por la ira?

Si conseguimos manejar bien nuestros pensamientos y los síntomas físicos de la ira no llegaremos al comportamiento agresivo.  ¿Cómo aprendemos a manejarlos? A través de los siguientes pasos:

  1. Primer paso. Semáforo. Identifica en qué consiste cada comportamiento agresivo, qué sucede antes y qué ocurre después.
  2. Segundo paso. Elabora una lista con alternativas de comportamiento diferentes al agresivo. Puedes salir o apartarte de la situación hasta que te sientas calmado, respirar profundamente, intentar comprender la intención de los demás, etc.
  3. Tercer paso. Pon en práctica ese comportamiento la próxima vez que identifiques esos disparadores.

 

¿Cómo se previene?

  • Descansa, duerme 7 horas
  • Sal a pasear o a hacer deporte al campo
  • Practica la observación de lo que te incomoda o molesta
  • Aprende distintas técnicas de respiración: SNA o la Coherencia Cardíaca
  • Medita
  • Modela a alguien que sepa gestionar su ira y comienza a imitar sus recursos
  • Consulta a un profesional

 

Si tú cambias, todo cambia

 

Desde aquí, sé consciente de qué te ocurre, escucha a tu cuerpo y podrás manejar la ira de una manera más serena.

Si tienes alguna pregunta envíamela por mail o por MD en Instagram

 

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