Resaca de fiestas ¿Qué tal con la familia en Navidad?
Las fiestas navideñas, en muchas culturas, implica el encuentro con familiares. No siempre la familia la conforman personas que nos agradan o nos hacen bien. En ocasiones, incluso en terapia, podemos llegar a desaconsejar que las personas tengan encuentros familiares en un determinado momento de la vida (incluida la navidad), aunque luego, puedan volver a retomar el contacto.
En estos encuentros, donde se espera de nosotrxs que estemos alegres, que nos riamos, que nos sintamos felices por el vínculo que tenemos, no siempre es así; entonces ¿Qué ocurre? Que no sólo nos esforzamos por estar bien y parecerlo, sino que en ocasiones toleramos todo aquello que para nosotrxs son líneas rojas, para no incomodar al resto.
Cómo poner límites y estar mejor contigo mismx en 2024
Sean fiestas o no, lo importante es escucharse a unx mismx y respetar esos límites que conocemos y reconocemos. Para ello, también podemos detectar “sensores” (como si fuera un semáforo: rojo-ámbar-verde), y en el momento en que nuestro sensor estén en ámbar, utilizar estrategias previamente pensadas.
7 ejemplos para poner límites y proteger tu estado emocional:
- Cambio de tema
- Haber hablado con algún aliadx para que me ayude en situaciones complejas dentro del encuentro
- Establecer tiempos cortos de encuentro y que no se eternice y sea un suplicio
- Limitar el número de encuentros
- Preparar temas de conversación que sean ligeros o que no incomoden a personas con las cuales es difícil hablar
- Consulta a unx profesional de la psicología o del coaching, para que te ayude a gestionarlo
- Establece ejercicios de gestión emocional para que puedas mantener la tranquilidad durante las fiestas
Si en ese encuentro familiar ha habido conflictos, se ha destapado “la caja de Pandora” y salieron “rayos y truenos” y, todo terminó mal, es el momento de recuperar tu serenidad, tu tranquilidad. Una vez que lo hagas, debes identificar si, realmente ha sido por falta de gestión emocional, o ha sido porque la otra persona tuvo faltas de respeto.
Los conflictos, no son por opiniones, sino por diferencias en la escala de valores.
Si podemos establecer una comunicación en la que estemos en desacuerdo y ambas partes dicen “respeto lo que dices, aunque no lo comparto” ya es un gran logro.
¡Ánimo! Tienes 12 meses por delante, para ensayar a pequeña escala y prepararte.
Desde aquí, sé consciente de cómo te relacionas y date recursos para gestionar tus emociones en situaciones de relación familiar, laboral y social.
