Al enfocar nuestros pensamientos se afectan nuestras emociones y, con ellas, a nuestra conducta. Así que, si modificamos nuestros hábitos de pensamiento, también gestionaremos nuestras emociones y los comportamientos que se derivan.
¿Eres de los que no contemplan la posibilidad de tirar la toalla, en la parte que dependa de ti? Te planteo unas pautas para abordar las situaciones que se nos hacen difíciles y llegar a un punto de entendimiento con el otro.
Enfocar tus pensamientos a las soluciones compartidas
¿Qué hacer? Mirar la situación lo más objetivamente posible, hacer recopilación de todas las alternativas que se te ocurran y optar por ser valiente. Se trata de alinear cabeza y corazón, sentimientos y pensamientos y trabajar para estar en sintonía contigo mismo.
¿Cómo te puedes sentir? Puede que algo nervioso, a veces confuso por los derroteros que pueda llevar la conversación. Ten en cuenta que la elección debe ser compartida por ambos. Trata de encontrar lo mejor de su discurso.
El querer encontrar alternativas, focalizándote en la solución. Esto hace que se acerquen nuestras posturas y que nuestro foco no esté en “llevar la razón”, “mi producto es el mejor”, “tengo que venderle mi producto si o si”; sino en ‘analicemos el problema juntos, demos diversas soluciones y veamos cuál es la más viable’. Es entonces cuando el cliente dejará de verte como proveedor o vendedor, para verte como socio o ayudador.
¡¡Un win win compartido!!
Si quieres aprender más sobre como
Enfoca tus pensamientos a las soluciones compartidas lee el articulo.