Hablo con Nicole Charney, psicóloga clínica especializada en el #apego.
Por lo general, el apego se asocia con lo material. Sin embargo, en psicología el apego lo tratamos como ese vínculo con alguien cercano: hermanos, padres, abuelos…
Primero, tenemos que saber diferenciar entre el apego y el #Vínculo con el niño. Por ejemplo, tener al pequeño en brazos no genera apego, genera un vínculo. Cuando uno tiene un bebé por primera vez no sabe muy bien que hacer, pero a medida que se va forjando ese vínculo le vas conociendo más, es decir, movimientos, ruidos etc. Sabiendo esto, sabremos diferenciar sus necesidades: si tiene sueño, hambre, ganas de jugar…
Lo vemos con un caso real:
Una mamá con su hijo de 2 años y medio, al cual habían operado y no hablaba nada, era muy trasto, pegaba a sus vecinos, a su hermano y su madre. La madre le tenía un poco de “miedo” a su propio hijo.
Empezaron la terapia y se dieron cuenta que no solo identificaron la necesidad del hijo, sino también, las necesidades de la madre. La madre era muy exigente y eso es lo que quería inculcar a su hijo, pero este le desafiaba no haciéndole caso. Cuando esto salió a la luz, las sesiones se enfocaron en crear experiencias de juego donde el niño disfrutaba con su madre y veía a su madre como un sitio seguro.
Al final de todo, la madre se preguntaba si había cambiado ella misma o su hijo, pero el caso es que la madre disfrutaba de su hijo y viceversa.
Moraleja: Hay veces que tenemos que profundizar en nosotros mismos antes de echarle la culpa a los demás.
¿Quieres saber cómo has desarrollado tu apego?
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Recuerda, si tu cambias, todo cambia.
