Lee con atención:
- Lo primero: no te juzgues tan duramente como p/madre, lo estás haciendo lo mejor posible.
- Lo segundo: recuerda que siempre puedes ayudar a tus hijxs durante esta etapa vulnerable con apoyo, paciencia, comprensión, orientación y amor.
Ahora sí, con todo aclarado, empezamos.
Vamos a enfocar la adolescencia desde sus 3 facetas de cambio: física, psicológica y social.
Ten presente que el cambio, las nuevas reacciones y las situaciones diarias de tensión las vivís ambos. Piensa que las hormonas sexuales comienzan a madurar y por esto se dan cambios no solo físicos sino también mentales de forma paulatina según la edad y su etapa de desarrollo.
Las etapas en la adolescencia según el cambio físico, psicológico y social
Le llames adolescencia, pubertad o edad del pavo, es bueno que conozcas los cambios que atraviesa tu hijx en la etapa más turbulenta de su vida.
La adolescencia se divide así:
Adolescencia temprana: desde los 10-11 hasta los 14 años
Primera etapa de desarrollo del/la niñx: cambios físicos y aparición de los caracteres sexuales secundarios.
Su cuerpo se desarrolla y cambia lo que genera curiosidad y una situación extraña para el/la adolescente. Esto le acerca a su grupo de amigxs, que también están viviendo lo mismo, y existe una identificación grupal. Aquí es importante conocer su entorno y grupos de referencia y asegurarse de que el/la adolescente sienta las bases de relaciones sanas.
Durante esta fase no se producen cambios psicológicos. En cuanto a los procesos cognitivos, el adolescente sigue pensando en concreto y la abstracción del pensamiento, las implicaciones futuras y el pensamiento adulto todavía no están desarrolladas.
Adolescencia media: entre los 15 y los 17 años
Segunda etapa de desarrollo del/la adolescente: cambios físicos más lentos y maduración sexual finalizada.
Ahora, sus órganos sexuales están desarrollados y ha alcanzado casi al total de su estatura. Los cambios físicos se ralentizan, por lo que el/la adolescente desarrolla más fácilmente una imagen de sí mismx.
En esta fase los cambios psicológicos y sociales tienen mayor protagonismo. Se desarrollan el pensamiento abstracto, las consecuencias, la capacidad discursiva, la identificación con otras personas, grupos e ideologías.
A la vez que la imagen de sí mismx, el/la adolescente desarrolla un rol que proyecta hacia los demás. La pertenencia a un grupo social, las relaciones de amistad o románticas y la búsqueda de independencia respecto de la familia son consecuencias de los cambios psicológicos y cognitivos que está viviendo.
El narcisismo (soy el centro del universo) y la sensación de invulnerabilidad son consecuencias de los cambios psicológicos del/la adolescente. Proyecta su imagen hacia el resto del mundo con el objetivo de acaparar atención. La sensación de ser inmune a todo y de fortaleza hacen que su comportamiento pueda ser agresivo en ciertas circunstancias y puede resultar en situaciones de riesgo, como el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
Pasa más tiempo con los demás, no solo por un deseo sexual que aumenta, sino también por el narcisismo y la exploración de los límites de sí mismx: pone a prueba el grado de atracción que posee.
Adolescencia tardía: desde los 18 a los 21 años
Tercera y última etapa del desarrollo del/la joven adultx: desarrollo físico y sexual finalizados. Ya es física y mentalmente adulto.
Domina sin dificultad el pensamiento abstracto y la percepción de las implicaciones futuras de sus actos. Teniendo en cuenta que el desarrollo del pensamiento es individual y depende de las capacidades de la persona y sus condiciones de entorno y ambiente.
El/la adolescente comienza a enfrentarse a las exigencias del mundo adulto, las necesidades de atención y de pertenencia a un grupo pierden importancia, aumentan las relaciones individuales y se estabilizan las relaciones de pareja.
Relación de padres y madres con lxs hijxs en la adolescencia
¿Y qué pasa contigo?
Como padre o madre también pasas por esta etapa de tu hijx con ciertos altibajos porque:
- Empieza a ampliar sus referentes e influencias y deja de escucharte a ti.
- Crea su personalidad por oposición a la tuya.
- No confía en ti y se aleja.
- Te cuestiona todo, te reta y te pone a prueba.
- Rechaza el contacto físico.
- Se atribuye más libertades por ser casi adultx.
- No quiere dar explicaciones.
Te sonarán familiares todos estos cambios tanto si piensas en tu adolescencia como en la de tu hijx.
Siendo adultx a veces es difícil saber cómo actuar manteniendo el equilibrio entre marcar límites y dejarles experimentar.
Cuando se te haga duro, toma un momento y enfócate en transmitirle que siempre estarás ahí. Aunque parezca que te rechaza, necesita tu cariño y tu comprensión.
Puede ser que…:
- Sientas que cuanto más tratas de controlarte más pierdes los nervios.
- Pienses que ya no reconoces a tu hijx y que os estáis distanciando cada vez más.
- Dudes si estás siendo unx buenx padre o madre porque no consigues que tu hijx se abra contigo.
- Te preocupes por cómo está cambiando influenciado por su grupo de amigxs.
- Notes a tu hijx alicaídx, desmotivadx o triste, sin ganas de quedar con sus amigxs.
Con las técnicas adecuadas, podrás ayudar a tu hijx con dudas como:
- ¿Qué pasa cuando alguien de mi grupo me hace sentir mal?
- ¿Cómo puedo identificar si mi amigx o mi novix es tóxicx?
- Decir no/basta, y eso ¿Cómo se hace?
- Tengo la sensación de que siempre me rodeo del mismo tipo de amigxs/novixs
Tener recursos eficaces para afrontar sus cambios y preguntas te hará sentir más tranquilx. Date los medios para guiar a tu hijx de una forma más cercana y serena.
Junto al especialista en adolescencia César Sánchez, hemos preparado el taller Brown de Relaciones Tóxicas en la adolescencia. Si eres padre, madre o adolescente y quieres aprender a resolver los retos de las relaciones en la adolescencia, apúntate y nos vemos en el taller del próximo 7 de marzo.
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