Y hoy me preguntaban con cierta insistencia si, tengo algún guion de preguntas para testar lo motivados que están  (léase constancia con sonrisa) los profesionales. Interesante cuestión, que me lleva a una reflexión…

De verdad que todos somos medibles de la misma manera ¿? No, claramente No.

Lo que una pregunta puede desencadenar en una persona como respuesta, puede ser diferente en otra. Y es que, al no ser iguales, no reaccionamos de la misma manera ante las mismas situaciones/preguntas. Pero vayamos más allá y… supongamos que… sólo es cuestión de tener ese “guion” y adaptarlo a cada tipo de interlocutor. Pues sigo pensando que no es posible.

¿Como saber si estamos motivados?

Yo me baso más en la observación, en el conjunto de la persona, cómo reacciona ante preguntas que pueden sorprender en una conversación o qué esperan de la vida,… Os pongo algunos ejemplos:

En una jornada de trabajo que tuve recientemente y, donde mi función es la de formar y acompañar a la nueva responsable de ventas de una marca premium en automoción, le pregunté: << ¿Te duchas cada día? Ella no se sorprendió de mi pregunta y respondió Sí, con bastante curiosidad por la explicación que ya intuía le iba a dar. “Si te duchas cada día, la motivación es lo mismo. Cada día tienes que levantarte con ella y salir de casa bien perfumada de ella”>>

Otra pregunta que me gusta hacer para valorar si la persona es la adecuada para el puesto en ese preciso momento, si su motivación está alineada con sus funciones, es: << ¿Qué esperas lograr ahora en tu futuro próximo? A corto plazo>>

En esta voy a ser poco original, sin embargo, la respuesta es realmente esclarecedora: << Si tuvieras 25 millones de euros en el banco, ¿qué harías?>> La inmensa mayoría de las personas responden: viajar, leer, aprender a jugar al tenis, etc.

La siguiente pregunta que les hago es: << ¿Y después de 1 año haciendo eso, cambiarías algo?>> <<¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?>> El tipo de respuesta va a variar en función del tipo de persona que tengamos delante; es decir, puede ser más entusiasta o menos; sin embargo eso no es lo determinante. Lo realmente importante en esta respuesta, es si está alineada con las necesidades/gratificaciones que necesita la persona.

Me explico, si es un profesional tremendamente racional, no esperemos que se le iluminen los ojos y nos regale una gran sonrisa durante su respuesta, sin embargo, nos hará un despliegue de explicación en el que la enumeración y argumentario estará sólidamente explicado.

<<Qué crees que aportas a la empresa?>> En esta suelen quedarse mudos… Y es ahí donde realmente se les puede apreciar si están alineados, y si tienen afán de superación.

Aunque haya enumerado una serie de preguntas, no las utilizo siempre, sino de forma aleatoria. Me fijo más en el conjunto de la persona, en sus reacciones, en sus comentarios sobre datos que nos son profesionales, en qué les motiva en la vida, qué es importante para ellos (salud, tranquilidad, horario, retos, ascender, …)

Un profesional con afán de superación y con ganas de aprender, casi con total seguridad será óptimo para cualquier tipo de trabajo, sin embargo, en este caso, el tiempo será la clave. ¿Qué quiero decir? Que, si la persona le gusta aprender, pero está ejerciendo unas funciones que le aportan poco o le desagradan, estará un máximo de dos años más o menos motivada, luego, querrá comenzar otra cosa; y con frecuencia, acercándose, cada vez más, a lo que sería su “puesto ideal” si es que eso existe.

Los empleados están más motivados por lo que les hace falta y no por recibir más de lo que ya tienen.